lunes, 21 de octubre de 2013

Haciendo balance, cogiendo impulso.



Éste 2013, para mí , una oportunidad y un privilegio por disfrutar de la montaña.
Si bien he de decir, que en 2012, tomé contacto con ella en el Trail Peñalara 60K, y esa experiencia me marcó y su huella recurrente ha hecho que en éste 2013 cambié mi filosofía deportiva.
Corriendo por la montaña descubres la solidaridad extrema de la gente, lugares insopechados a menos de una hora de casa, y sobretodo una nueva forma de gozar sufriendo.
Y eso que 2013 no comenzó de la mejor manera… Sin el suficiente grado de motivación, perdido en otras ocupaciones del día a día, sin objetivos ni a corto ni medio plazo… eso si.. con TP en Junio.
Por mediados de Mayo, retomé fuerzas de nuevo, y muy corto de preparación afronté TP 60k. Sin entrenamientos largos, salidas a la montaña, con alergías varias y asma inoportunas siempre, me planté en la salida de Rascafría. A mi favor contaba con un nivel alto de motivación, que hizó plantear la carrera con táctica pero sin fondo.


Con la salida, los ánimos de la gente te crecen, y la subida al puerto del Reventón a muy buen ritmo sin cebarnos, con buenas sensaciones y los recuerdos que tiraban de las piernas hasta el pico Peñalara.




Espiral positiva, que me hizo, afrontar la bajada sin contratiempos, y con un buen grupo de corredores con gran bagaje en éste tipo de carreras. Llegamos a La Granja en 3h30min clavados( según lo planificado), y aún me frotaba los ojos…
 

Y entonces sucedió…

Según lo planificado, descanso de veinte minutos y 14kms hasta la Casa de la Pesca a un ritmo cómodo de 6-7min/km para plantarnos en 5h 25minutos. 


Finalmente llegué en 5h 21min, pero mi realidad fue bien distinta. Totalmente desfondado y a duras penas.

Sin duda, el error estuvo en mi alma de corredor de ruta. Me precipité , descansé sólo diez minutos. Mi euforia mal llevada, me hizo seguir al grupo. Bebí  poco, comí mal y apenas sólidos contundentes.

Durante éste tramo a través de los pinares de Valsaín, mis parciales fueron cayendo de ritmos y la fatiga me hizó caminar. Recuerdo que me sobraba la gorra, las gafas, mis piernas estaban pesadas , sin ánimo de escuchar el mp3, con escalofríos …y eso que hacía 35grados. Eso sí, avanzábamos.

Una vez ya me encontraba en la Casa de la Pesca, decidí tomarme un descanso no planificado bebiendo, comiendo y en la sombra con la mente en negativo…


Pero la carrera continuaba, así que tocaba afrontar la subida a la Fuenfría… Intenté rodar el previo, pero mi mente no ayudaba y mi cuerpo es sumiso a mi mente…para bien y para mal. La subida muy sufrida y el agua dela fuente la más rica que he probado nunca…

 




A continuación, pasada la Fuenfría, retomamos la marcha e intentó trotar…pero no puedo mantenerme en ritmos de trote. No mejoraba. Me dio tiempo a ver lo bonito que es la zona del Camino Schmidt que el año anterior pasé corriendo y no aprecié. Y eso también me hizo mal…compararlo al anterior.









Cuarenta minutos de retraso con mi objetivo en el Puerto de Navacerrada, pero eso ya no importaba. Importaba acabar, así que decidí tomarme un descanso de 20 minutos, beber, comer, curarme las ampollas…y comer, beber…

Finalmente enchufó el mp3 y milagro. La música suena motivante , a diferencia de antes.
Por arte de magia, no existe cansancio, fatiga, el cuerpo recupera, manda señales positivas  y la mente pone de su parte.
Subimos hacía las cañerías a buen ritmo y consciente que tras la bajada camino al pueblo, el viento irá a favor y la inercia hará el resto.
En el descenso lloró de emoción, disfruto alegre con la mente positiva, y deseando volver para ceñirme a lo planificado.- ``En 2014 me resarzo.´´ Me digo…
Últimos cinco kilómetros, llegamos, llegamos y con buen ritmo final, muy contento.

Y llego deseando volver a repetir la experiencia.
El tiempo final: 8 horas y 48 minutos, unos 15 minutos menos que en 2012, aunque 48 minutos por encima de mi objetivo sub 8horas. . .
Escribo esta crónica como punto de inicio del blog, 4 meses después del trail y con varias experiencias montañeras más en mi mochila.
No se trata de una reflexión tardía, llega en el momento idóneo. Mi 2013 en cuanto a competiciones de montaña ha terminado con un saldo positivo : mi bautismo en un duro Kilometro Vertical en Peñalara en Agosto, el Cross de las Dehesas conociendo Montón de Trigo, la archiconocida Subida al Yelmo, el brutal Cross de La Pedriza y por último la ½ Maratón de Somosierra.
Subida al Yelmo 2013

Subida al Yelmo 2013 Afrontando la bajada..

Cross de Las Dehesas 2013. Llegada a meta.

KV Peñalara 2013.















Cross de La Pedriza 2013




 Finalmente una leve lesión hizo que no pudiese participar en la Pedrezuela Trail Race como colofón, pero toca descansar unas semanas y en Noviembre comenzar a entrenar.
 
Me quedan 247 días aprox para la próxima TP60k 2014, y mis conclusiones de la anterior me han mostrado que tengo capacidad de sufrimiento y de recuperar en carrera; unido a un margen de mejora amplio e ilusionante.
Aprenderé a frenar euforías, hacer uso de mis puntos fuertes  y débiles conociéndome aún más durante mi camino al objetivo. Y sobretodo , respetar la carrera, la montaña y sus circunstancias.